lunes, 6 de octubre de 2008

Treinta años.






Perpetuo en tu manantial,

el silencio de las noches

trae rumores de miel

en este invierno mordaz.



Una rosa engalana

las tristes horas de rigor.

Mas sus espinas penetran

hasta límites insospechados.



El tiempo pasa sin fin

aspiro hondo y prosigo.

En ese espejo me observo:

cada quien es cada cual.



Busco las palabras

que podrán comunicar.

Con cuidado y sin prisa

para ya no fracasar.



Treinta años han pasado

mas parece que fue ayer.

Todavía no lo entiendo

es profundo este querer.


Oscar Néstor Galante.

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