Amo el milagro eterno de tus labios
abiertos sobre el surco de los míos,
floreciendo en el pétalo del beso.
Amo tu lengua inquieta relevando
con exhaustividad cada detalle
de la topografía de mi boca.
Amo el oficio experto de tus manos
de artista cincelando con paciencia,
centímetro a centímetro, mi cuerpo.
Amo tu piel fundiéndose en la mía,
su aroma, su sabor, su itinerario
de humedad, sus repliegues, sus fronteras.
Te amo en cada rincón, cada latido.
Cristina Longinotti
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martes, 22 de noviembre de 2011
CONDENADA
Es el cielo estrellado mi destino,
caminos de guijarros entorpecen mis sentidos
en las sombras de invierno que cubren
el cielo mío.
Condenada estoy a buscarte en el infinito
en las noches claras para dar contigo,
te pierdes entre tinieblas y nubarrones,
juegas al escondite con mis amores.
Quererte tanto y tanto es mi pecado,
olvidarme de tí quisiera, ¿pero que hago?,
entraste en mi casa, en mis entrañas,
eres droga mortífera que daña mi alma,
y....aquí me tienes esperando encontrarte
para caer entre tus brazos y amarte.
Leonor Rodríguez
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