viernes, 28 de septiembre de 2007

Amor, tú espigas

Poesia

Amor, tú espigas con cristales el verano
en la onda bocanada de sus ramos,
y como me pegaría a tus labios
para beber el cántaro de miel que se ha llenado
y besarlos como nadie, ¡como nadie!,
para cernirte en la urna del deseo
y amarte simplemente,
y adherir mi pecho donde habites.

Amor, si hoy derraman de tus labios
los elixires que deseosos se han forjado,
sé de ellos: de tus besos por la tarde.
¡Jamás me llames!.
Iré yo solo a besarte como nadie.
¡Y más!… ¡Y más!…
Donde pueda encubrirte entre rosales
y amarte como nadie… ¡Nunca nadie!.

Salvador Pliego

lunes, 24 de septiembre de 2007

PREFIERO

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Del amor prefiero el ocaso,
la vertebral tesitura de lo nuevo,
dejar encender el fuego lento
y el colmenar que ahuyente las angustias.

Del amor quiero la noche más profunda,
la más austera en silencio,
una garúa y una luz tenue
que encamine los deseos.

Del amor gusto el contacto de los gestos,
el sonido azul de la mirada,
un amague que corra por la nuca,
quedar postrada recordando,
soñar caminos imposibles,
recorrer trigales maduros en el canto
y de tanto un tango que me arrulle.

Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados

Voy a contarte lo que siento





¿Qué decirte? Que mis manos tiemblan

Si no tienen las tuyas entre ellas,

Que el pecho queda chico para abarcar

El corazón que se agranda cuando está contigo.



¿Qué confesarte? Que la distancia es eterna

Si nos separa la vida,

Que el silencio enclaustra las idas y las venidas,

Que todo pierde sentido si no estas junto a mi.



¿Qué mostrarte? Que el azul del cielo no es azul

Cuando no te protege bajo su faz,

Que el amanecer no es más claro si tu no lo miras,

Que el misterio es pueril sino escucho tu risa.



Voy a contarte lo que siento

Porque respira el otoño en la primavera de mis días

Y el invierno no duerme si no lo acaricias…

Porque mañana es tarde para amarte así.





Liliana 2007

viernes, 14 de septiembre de 2007

La piel






Una seda móvil reviste tu ser.

Un velo de células vivas y muertas.

Y la caricia del ángel se materializa en ella.

Las rocas no la conocen, sólo la lastiman.

La arena intenta imitarla.

Y el viento, aunque lo desee, no la toca.



Y yo nací por dentro y luego nací por fuera.

Y yo sentí por mí y por mis manos.

Es el puente, es el camino.

Es el remolino, es el destino.



Que han de llevarme a ti.

Que han de nutrirme de ti.



Parece eterna y sin embargo no es siempre la misma.



Se torna azul, en las noches.

Se torna suave para mis labios.

Se torna abrigo en el abrazo.

Y puede convertirse en ese refugio anhelado.



Podría poseerla pero es incontenible.

Sólo tuya será.



Tu piel, mi ansía.

Mi desvelo.

Mi sosiego.

Mi rescoldo.



Mi suave y abierto remanso de un dios.




22 de Noviembre del 2004.

Amparo Carranza Vélez.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Ama y esclava

romanticos


Marchitada sin ti,

Recorrí ,caminos sinuosos.

Soñé y soñé hasta el hastío

un nuevo reencuentro.

Estrellas danzaron

al ritmo de nuestro desatino.

Esposamos nuestros cuerpos

a la luz de la luna llena.

Danzamos a la pasión.

Abrigamos quimeras inexploradas...

Repentinamente, desperté, desperté...

Sola , desolada,

fría como el mármol

de una tarde de invierno,

perdida en el infinito,

tu ama y esclava.


© Kellypocharaquel

Te enredas en mis cabellos

Carolina González Velásquez

Te enredas en mis cabellos
extasiado en los aromas
esos que pones en ellos
con la suavidad de tus manos
Te alojas entre las hebras ensortijadas
y te regodeas dichoso
de los giros que te significan.

Enredado
en la maraña sinuosa
eres un niño acunado
cierras los ojos
y viajas al espacio
te sumerges en mis mares
te quedas dormido.

Te enredas en mis cabellos
mientras sonríes
me entero que no hay
manta mejor
que te cobije en los sueños.

ME MATA EL EROTISMO

Juan Ricardo Sagardía
SANTOAMOR

ME MATA EL EROTISMO VI

Dejaste que yo más te amara
desgarrando los labios de mis labios.
Cayó mi voz sin palabras
en la complicidad de tus ecos
que lisonjeaban mi ser
como escarnio a tu figura.
No importa ya destrozarme el pecho,
las lágrimas de mis lágrimas
caerán por última vez,
pues ya no quiero morir con tus miradas.
Mas no podrás matar mi amor por ti.
No ya no habrá súplicas
solo amor con ventanas abiertas en mí.
............ ......... ......... .........
ME MATA EL EROTISMO VII

Todo lo que me susurras
cada vez que me hablas al oído
me cubre la piel con imágenes
en tu talle...

La confusión de mis deseos
me hacen trizas los modales
y en el rincón izquierdo
de mi cerebro
te someto desde antes.

Mi acceso te espera
y se domina por no superarme en mi sed,
tu figura provoca la tormenta
del salitre de mi cuerpo.

Designación desvergonzada
mis manos se escapan en ti,
hacer el amor contigo
es vivir dos veces en un mismo día.
............ ......... ......... .........

ME MATA EL EROTISMO VIII

El amanecer te lleva
al día de todos los días
y yo sin comprender
como el fuego te deja levantar,
desde el lagar de nuestra
borrachera pasional.

Me lastima el pensar
que en las sombras
somos fuegos imparables
y en el día
una despedida transparente
sin recuerdos
de los pliegues de mi lecho.

Vaya ironía
que quiebra mi ser
sin completar la savia
de mi existencia en ti,
vestida de blanco en la nieve
te vuelves a perder
como personaje que no tiene vida.

Esperaré una vez más
para ser tu día en mi noche.


Juan Ricardo Sagardía
SANTOAMOR

Miradas

Salvador Pliego

II
Juro…
que detrás de sus pupilas
mil veces mil campanas retumbaron.
Hay lágrimas sin llanto
que al mirarle mi rostro demarcaron.

Juro,
tras sus ojos,
que hubo estrellas que de canto se tocaron
y en sus iris, como un verso,
los confines procrearon.

Tengo en la memoria el cristal de una cascada
y el color turquesino de sus aguas,
una tarde en que estuvo recostada
y el rocío subyugante de su cara.

Sé, lo juro, que escuché campanitas al mirarla,
y al abrir sus ojos, ¡Dios!,
de mis ojos lágrimas brotaban.

Nunca antes vi a nadie como ella,
y al hacer mis versos la mano me temblaba.
Juro, no hubo verso
que a ella le igualara.

Y al abrir sus ojos, ¡Dios!,
era un beso el que hablaba.

Salvador Pliego

lunes, 3 de septiembre de 2007

TRECE LUNAS

Carolina González Velásquez


Trece lunas han pasado
y su bella luz
no ha opacado la inmensidad de tu sonrisa
trece lunas
que en su cambiante faz
me han enseñado
el arte de la reciprocidad del amor
de la esperanza de lo incierto.
Trece lunas
en las que hemos permanecido
atados desde el alma
escondidos en mil abrazos
frente a todo el mundo,
en las que he sido feliz
bendecida con la dicha
de contemplarme nueva en tus ojos.
Trece lunas
y cada una de ellas
ha sido retratada en mis letras
se han convertido en las musas
que llenan mis manos de flores para darte
y en cada imagen
hay un beso de tus labios
una caricia de tus manos
un paseo al infinito.
Trece lunas
en las que te he amado
y las matemáticas
siempre esquivas a mi mente
han multiplicado mi fe en alegría,
trece lunas
amándote desde lo profundo
y esperando sean miles…








....Mi amado Esteban,
ya cumplimos un año de encontrarnos! !!!!

domingo, 2 de septiembre de 2007

Se fue mi amor

Humberto Silva Morelli

Se fue mi amor
y la sigo amando
pero no está.

Se fue mi amor
y la recuerdo amando
pero no está.

Se fue mi amor
y vivo viviendo
y sintiendo
que vivo para vivir
y para sentir sintiendo
que debo amar...
que debo dar...
para recibir amando
al amor que llegó...
sin olvidar olvidando
al amor que se amó.

Así supe que sin olvidar
se puede volver a amar.

Hombre solo no puede ser.
Con él creó D's a la mujer.

Vivir no es olvidar.
Eso Él no lo quiere.
Un recuerdo nunca muere.

Es cosa fuerte
pensar que la muerte
sólo es vivir callando...
no estando.

Cuando Él nos creó...
vida nos dio
para vivir amando...
y siempre recibir amando...
al nuevo amor que llegó.
Así amando nació
todo lo que Él nos dio.




Humberto Silva Morelli

sábado, 1 de septiembre de 2007

Poesía

Salvador Pliego

¿Qué quieres?
Sobre el azul del mar despiertan las palabras
y el piélago cae como arena en su rostro.

¿Qué quieres?
Y ella dijo:
Que me leas…

Y al abrir sus ojos, de sus iris, le leí un poema:
"Tras los restos infinitos de la aurora…"
Y al cerrar sus ojos, me cubrí con ella.

¿De dónde el verso?
¿En qué tinta la arena crispa y graba?
Y el canto que se prende como un grito del cincel pulido.
Allá, en la noche, el aplomo del ave se persigna
y canta con su llanto sin que nadie le intimide.
Hay recuento de pájaros y alas.
Hay vestigios de tardes y de auroras.

¡Oh, poeta!
Cristal del fuego y del vacío.
Cueva desigual de la vela y del marino.
Fue el verso su boca humedecida.
Fueron sus manos el roce y las teclas
donde el bardo sus escritos de sonido acumulaba.
El altar del poeta: su musa y su marea.

¿De dónde el verso?
¿De dónde el canto?
Si sólo ella.

¿Qué quieres?

Y al abrir sus ojos, de sus iris, la poesía…

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche…"*

*Verso de Pablo Neruda.
20 poemas de amor y una canción desesperada.
Poema 20.

Salvador Pliego