jueves, 30 de abril de 2009

Apretadita a mi.




¿Por qué…
estás apretadita a mi?



¿Por qué…
te abrazo yo a ti…
cuando estás apretadita a mi?



¿Por qué…
beso tu frente…
cuando te aprietas a mi corazón?



¿Por qué…
mi alma siente
tu emoción…
tu gorjeo de cuculí…
cuando yo te abrazo a ti?



Sólo
porque eres parte de lo que soy.



Sólo
porque me quieres
amar…
sin dejar pasar…
el amor que yo te doy.



Humberto Silva Morelli
Para mi Ruthy
29 de abril de 2009

martes, 21 de abril de 2009

Divagues


















Tomo del tiempo, los segundos eternos

de la vida, los detalles pequeños

de tu piel, el aroma

de tus labios, los besos

de tu mirada, el estremecer del cuerpo

de tus caricias, los recuerdos

en mis manos, mis versos

Morus 21 de abril del 2009

lunes, 20 de abril de 2009

AM-ARTE

Encontrar la raíz de tu origen
zarandear la greda de la precognición
ya no quiero adivinarte
quiero saberte, que me hagas en tu troncal
florecida en el am de amarte en todas sus conjugaciones
y en las ramas donde tu amabilidad me hace
amatoria, amorcillo, amorío, amoroso, enamoricarse
y reamar en vos.
Pueblo mío, mi sinagoga, mi séfer a Kadosh
hojitas muertas que vos resucitás arrastrando un dolor
que no se compara con otro dolor
No es Jonás, no Job, no los primogénitos por cuello acerados
no los Abel-abelim, no la viudez de Nomí, ni las estatuas de sal.
Es tu dolor la que me hace inmensa; dam, mi adam
tu sangre derramada motivo de mi labio partido.
La boca a medias por esta negociación secreta y artificiosa
quiero ser en tu verbo Kibbel
Aceptarte así, como recibimos la torá, sin condiciones ni reservas
así participando de tu destino caprichosamente, así en el sí porque sí
despellejarte de la carnis para llegar hasta tu opti-mismo
allí muy dentro tuyo donde quiero morirme
dejar de ser yo para que me hagas de tu especie
especia madura, anís y menta, amapola y kalanith
Hombre, robusto y fuerte Carlolus para mi vitalidad
amante consecuente de todas mis banalidades, de todos mis deseos
no pidas lo que no se necesita, todo tecnicrotisismo está de más
después de una noche de revelaciones, hundida en tu bajo vientre
agorera de propios instintos, asesina de las miserables órdenes de días
borrada de toda configuración humana, venirme venida en vos
es haber encontrado la mezcla del consuelo en nuestras Kardias.

Fanny G Jaretón

jueves, 16 de abril de 2009

SOY








.



Hábito
que se baña en tu sábana,

Crepúsculo
que cubre tu cuerpo,

Aurora
con canto en de árboles

Voz
que murmura a tu oído

Mirada
postrimera del amor

Libertad
que atrapa tu centro.

Soy:


La mitad
que completa tu ser.


SANTOAMOR

El poema que te describe.

Luna llena es mi poema
sobre tu espalda mojada
con sabor a agua salada
cuando acaricia a la arena.

Obscena es tu piel morena
que se atraviesa al mirar
Veo tu corazón
reflejado en el cristal.

Tu voz es como el cantar
de una sirena madura
que varada en mi cintura
bebe la espuma del mar.

Oscar N. Galante

lunes, 13 de abril de 2009

VUYEUR


él me toca con el ojo de la tentación.
Me mira sobre sus sospechas. Me mira con ese nerviosismo que espera.
Me mira con el vector de distancia queriendo ser parte y no, pero y sí.
Me mira sobre su verdad. Me mira esperando lo que no se imagina.
Me mira calumnioso, con el atanor de sus ojos quemando mi destino.
Me mira desde el borde cómplice, desde la cadena para atarme a sus perversidades.
Me mira desnudo de orden para tocarse imprudente.
Me mira desde el abandono. Quiere que lo haga so-li-ta.
Desde el abono de sus miserias para florecerme como su porquería.
Me mira con el Corán al hombro para rebajarme mujer a sus pies.
Me mira como a una perra para que lo lama, lo lama.
Me mira con el viento sur para empujarme enloquecida hacia lo bajo.
Hacia la oferta de la feria para los pobres, hacia su pimiento rojo.
Me mira con alcanfor para arderme, me mira mientras se aleja para que entienda
que de él depende la única luz que me permitirá ver y mirar.
Me mira con percusión. Con revolver para que me sienta amenazada.
Me mira zángano para inyectarme de su vagancia, de su dejadez,
de su no le importa nada de nada; que digan lo que digan.
Me mira mudito.no quiere despabilar un solo sonido que delate su deseo.
Me mira en su lección de piano donde me hace sonar.
Me mira sin pestañear. Me mira inquisitivo: dale, dale.
Me mira para ganar tiempo, cuando a su lado no existen los relojes.
Me mira con su marca de importación y exportación.
Hace de mi oferta lo que se le canta.
Me mira en lo que le canta un gallo, le gusta amanecerme.
Me mira de centímetro en centímetro para confeccionarme sobre su medida.
Me mira en su viaje espacial, chocan sus meteoritos contra mis ojos,
me saca chispas, me hace estremecer.
Me mira con sus ojos abiertos de Luzyamo, siento que me traga, me traga
y entonces es que voy.

Con mis ojos ciegos.
Mi tracto recto.
Mi piel dispuesta.
La caricia áspera de hacerlo Tanto.
El beso ominoso.
La lengua trepadora.
La enredadera de piernas.
Las ganas, las ganas, las ganas
todas las ganas hasta hacerme limosna.
El jadeo espaciado, el jadeo magnético, el jadeo veloz
el salto de tubérculo para plantarme
con el putaparió
trasgrediendo todos los espacios
despacio, más despacio, inflamada
con los latidos en cada puño a punto de estallar
caprichosa e imposible; violando sus intenciones
naufragando en esperma, la saliva, su sangre
hasta el llanto final.


Fanny G Jaretón

ASÍ ERES TÚ, COMPAÑERA


1



Nube blanca o estrella nueva

en un cielo largo de verano,

así eres tú, compañera,

suave como la luz tierna

de un corazón bordado

con el hilo azul de la dulzura,

marea de sueños transparentes

e íntimos tesoros

que sólo la caricia fértil de unas manos

se atreve a poner al descubierto.



2



Tu piel es una tregua infinita

donde hierven sin límite todas las ansias,

un horizonte limpio

que descorre las cortinas del alma

y envuelve en papel de seda

esta negra soledad de náufrago.



3



En tu sonrisa de cometa alegre

madura la luz,

vuelan pájaros de espuma y frenesí

y arde el tuétano del aire

como la paja seca de un granero

en mitad de un rojo incendio.

Tu llanto es un cuchillo

que rasga la médula del tiempo,

un loco polvorín de voces tristes

que me invade sin freno

hasta el fondo de los huesos.



4



Ven y llena mi taza de fuego,

corta la espina del rosal amargo

donde se ocultan las penas.

Derrite este círculo de nieve

que corre helado por las venas

y no sabe en qué abismo infinito

esconde el destino

su agria sentencia de muerte.



5



Házme volar en tus relámpagos

hasta dejar atrás el cielo.

Pérmiteme que sea

una gaviota blanca en tu cerebro

para que pueda abrir mis alas dentro

y surcar las olas destiladas

de tu océano secreto.



6



Así eres tú, compañera,

un suspiro de acróbata en el filo del silencio,

un delirio de luz que vuelca sus enigmas

en el balcón abierto

de sus ojos llenos de agua clara.

Así eres tú, compañera.

Así, de esta manera

que yo te digo y te imagino,

una nube blanca o una estrella nueva

que se mueve en círculos abiertos

por el hueco vacío de mi almohada.



7



Un velo de abriles nuevos

bordado con finos hilos de deseo

te cubre el rostro,

es un retal hermoso de seda

que viste de tules la noche

e inunda el alma de ciegas pasiones.

Es una fiebre de junio,

una rosa de adolescencia

que huele a primavera intacta

y estrena aromas de coral y terciopelo.



8



Eres hilo que enhebra los retales

del que fui, del que soy, del que seré,

una ola abierta

en la marea ardiente del atardecer

que trepa a la arena de mis costas.

Eres lluvia que fertiliza el alma

y fermenta la ternura de mis dedos

como si fuera levadura eterna

que el infinito siembra en la piel.

Eres un mar profundo y definitivo

lleno de juegos malabares

que devora el agua de mis ríos

y ahoga en el azul todas las penas.



9



Vuela libre, compañera,

y surca el cielo,

vive esta aventura breve

que el tiempo te regala,

disfruta de la vida y explora tu destino,

descubre el horizonte transparente

de toda la ternura de los siglos.



10



Siembra de alegría el aire,

a veces tan vacío o carente de sentido,

y aprecia el valor irrepetible de las cosas,

y a pesar de que el tiempo desnudo y sin careta

es un pozo amargo y profundo

donde sólo florecen los árboles de la muerte,

derrámate sobre mi almohada como un sueño

y dale algunas pinceladas de color

a esta vida que pasa a la deriva

como un velero que se va a pique

sin que nadie detenga su agonía.



11



Eres uva en la cepa de mis versos,

racimo egregio que crece en la parra

de los sentimientos

y abre territorios fértiles

de ternuras audaces

en el ritmo frenético de las palabras.

Eres fiebre cálida,

loca precisión de ola salvaje

que se ajusta a la cadera

y se apodera de la médula

con sus golpes de espuma acumulada

y sonrisas derretidas de sirena.



12



Tú, esperanza alada

donde confluyen todos los ríos

arteriales del pensamiento,

eres luna de círculo completo,

grito de estrellas blancas

acampadas en los surcos

más azules de las venas,

eres flor de cumbres imantadas

que inunda de polen

y vuelos de mariposas blancas

la amarga raíz cuadrada del mañana.



13



Vuela, compañera,

como un pájaro que tiembla y que palpita

en el azul del aire,

como un verso que estalla en el oído

el carnaval florido de sus haces.

Vuela, compañera,

como un viento tranquilo

que besa

las hojas secas y amarillas de mi otoño.

Vuela, compañera, vuela,

que el cielo pertenece al infinito

y la ternura carece de fronteras.



Noviembre 2001©Fernando Luis Pérez Poza

Pontevedra. España.

martes, 7 de abril de 2009

¿QUIÉN LO IMPIDE?

I.
Te esfumas como materia volátil
y regresas para hacer nido certero.

¿Sin ti, qué cielos volará mi ser,
sI tú las alas de mis viajes?

Dame fuerzas para soportar vacíos,
dame la chispa para encender los versos,
tus palabras son el fundamento
en que apuntalo cartas, poemas, revuelos.

II.
Tengo una pila de ansiedades ahumadas
en la llama de mi sueños y desvelos
cuando vuelvas trae tu daga encendida
que ya tengo listo el sahumerio.

El altar estará dispuesto,
el ritual se ha de oficiar al sereno.
hay jarrones de flores de la noche
fisgona está una Luna celestina,
serás el mago-sacerdote,
yo la paloma en la pira.

Coral son la arboleda y el río
dedican sus lascivos cantos a una morena.

III.
Penélope, en una playa lejana
he tejido historias locas, poeta,
el silencio amarrado en el muelle
ha prohibido izar velas.
Tus deseos en ese puerto varados
no te dejan enfrentar las olas
y no llegas raudo velero.

Tres rosas amarillas
que se plantaban en mis senos
y en los humedales de mi cuerpo
lujuriosas del largo viaje revivían,
esas, poeta, ya no volvieron.

¿Quién ha impedido el regreso?

Ana Lucía Montoya R.
abril 2009

sábado, 4 de abril de 2009

las estrellas se asoman

En el ocaso de la tarde,
las estrellas se asoman
late el corazón,
desnuda el alma
resbala el sentimiento,
reteniendo instantes
tatuajes del cuerpo
savia de tu boca.
Respondiendo a tu nombre
mis sueños se desbocan,
un palpitar diferente,
un timón que me lleva
a navegar en tu mar;
a buscar la poesía
en tus manos,
en tus ojos,
en tus labios
en la savia de tu boca.
El tiempo pasa inadvertido
Yo te sigo sintiendo Mio.

Morus


Abril 2009