Puede que una tarde, tal vez
como esta, tan inquieta,
logres llegar a leer, una vez
mis estrofas de fingido poeta.
En ellas trato de contarte al oído
mi cariño y mis esperanzas
de ser por tí querido.
Son esos mis deseos y añoranzas.
Sueño, apasionado, con encontrarme
contigo y darte mi pobre amor.
Así tú lograrás consolarme.
Que nada de esto te alarme,
son tiernos, como una bella flor
mis deseos, así al enamorarme.
Oscar Néstor Galante.