lunes, 12 de noviembre de 2007

AMANTES

romanticos

Él y yo vivíamos lo prohibido, andar a deshoras por las calles, encontrarnos en una esquina sin un beso ni un abrazo, movernos uno al lado del otro sin hablarnos. Luego entrar con rapidez, casi cándida, al amor de un lecho alquilado para descubrir los cuerpos con urgencias, sin pausas.

Él y yo nos mirábamos desde lo hipnótico del sentimiento perdiendo la noción del tiempo, deseando que el reloj nunca avanzara sus crueles agujas.

Él y yo trasladábamos lamentos al loco embriagador deseo, conteniendo el deleite para emborracharnos. A veces enredábamos palabras entre pinturas, poema y música. Congeniábamos en términos, proyectos, política, hijos... metas. Superábamos los temores en un café que nos ofrecía el bar de algún empedrado, intranquilos bebíamos porque nos vieran sonreír enamorados.

Él y yo éramos fuego clandestino, ilegales juegueros del romance, sol, calor, nido sin domicilio... él y yo éramos amantes.

Elisabet Cincotta
08/01/2006
derechos de autor reservados

1 comentario:

  1. Elisabet

    Creo que para poder opinar respecto de una situacionhay que haberla vivido y no sabes cuanto te entiendo porque yo tuve un amante al cual aun amo y que por cosas de la vida me dejo...

    Lindas palabras queme interpretan plenamente

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