lunes, 18 de enero de 2010

Tu sí

Abrigabas indolente tus certezas
muy dentro de tus ojos solapados.
Buscabas a los míos sin tristezas,
sabïas que estaban atrapados.

Como en un páramo, tu brisa
estremecida y con tu voz pegada
a mi oído, pues fue tal la prisa
que diste tu abrazo, desesperada.

Apenas con tu sí, mi sentimiento
creó la primavera florecida
cual manantial cayendo en el estío.

Y fue el sol, la luna, el viento.
¡ Con el sí atrapé fácil la vida
como un pez nadando en el río!



Oscar N. Galante

No hay comentarios:

Publicar un comentario