miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Donde se esconde, el amor?

¿Será, tras la luna llena?

Solo escucho su susurro

cual melodiosa campana,

que por la noche engalana

y titila como estrella.



Dicen que tiene un aliado

al que le llaman cupido

que ensarta flechas cargadas

de dulces mieles bañadas,

muy precisas y certeras.



Como hermoso Colibrí

revolotea por doquier,

más sus flechas esperadas

no reparte dadivoso.



Como duende se dispersa,

invisible y muy juicioso,


aparece sin avisos

dando presos, victimarios.



Mi deseo es encontrarlo,

gozar de sus dulces mieles,

que me aprisione en su encanto

sin ocuparme en desdenes.



Preciso de su tibieza,

Alucinar en su canto,

si he de perder la cabeza, lo haré,

aunque me cueste mil llantos.



Gloria Eugenia Lemus.

14/09/09

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