viernes, 18 de septiembre de 2009

FUE NUESTRA LA TARDE.










...Y fue nuestra, la tarde!

Fueron nuestros besos
quizás tus abrazos
tus ojos felinos
hicieron la magia,
la cálida esencia
de entregas furtivas.

Exploraste,
como tu lo dices,
todos mis rincones
con lengua asesina.
Y fue mi cuerpo!
leyó el pentágrama !
y descifró las notas
de tu sinfonía.

Fue la lluvia,
con su leve canto
acompaño la tarde,
con susurro lento
prometió un mañana...

Quizás se repita,
nueva sinfonía!
dos cuerpos en llamas
ardores de entrañas,
tarde y lluvia nueva
sometida a tu alma!



Gloria Eugenia Lemus

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