sábado, 23 de mayo de 2009

PETICIÓN

Y me tienes caldera de cemento.
Lenguas de fuego en el terraplén de la locura.
Sedienta-sed que esmegma, espera de tu esperma-tozódica, prosódica y sobresdrújula manera de timbrarme, el nombre, el apodo, carente de apellido lo he perdido por vos, por vos mi amor, ya no soy del linaje de mi padre porque te pertenezco, soy tuya, intensamente tuya, en su totalidad polarizada; en su bien y en su mal.
Quiero heredarte, en esta sonámbula angustia que me causa el escozor de tu figura que barro con mis piernas en las sabanas, con la carbonilla de mis espejismos.
Asamblea de sentidos que se desquician en el juicio por llevarme a juicio.
Sorda, ciega, cabra me vuelvo, no quiero saber de nada, ni aprender de nada.
Quiero en cambio, deseo, ser puñal de palabra que te talle todos los rincones en el circulo de la inocencia, sorprenderte debajo de la ducha con los ojos cerrados y la boca abierta bebiéndote las aguas de mis ganas. Extrapolarme con la lengua serpenteando la succión y afilarte en los mordiscos donde nadie te ha comido, gula-gula-gula de vos, de ser latido… compungido de tu especie.
Hombre nacido para matar… o morir. Se mi ataúd y en la madera, cerráme la puerta al cielo, secuéstrame en la oscuridad, así puedo desvergonzada, arremeterte en estocadas que desde mi respiración removida de dragón destilo.
Estoy borracha de deseo, mi boca sabe a vos, transpiro tu nombre, evoco al conjuro de los demonios para que te arrime más próximo a mi, más, más, más dije, en esta cercanía donde la sombra tapona a la luz, donde tu prodigio de carne –mi delirio- socava la profundidad para sellarme a perpetuidad. Tus manos cinturón de mi castidad (desgarráme), tu pecho… alianza de mi salvación, tus piernas….ssss… .. me tienes, en la jaula donde la loba por más atónica que guarde su voz, se queda muda en el estallido orgasmal de ojos por donde implosiono tu nombre, tu nombre, tu nombre, dejame decírtelo en un susurro sensorial que te arrastre al laberinto de la perdición.
Vení, arrójame a la cama de los iluminados y apagame la luz con tus perversidades dormidas. Tengo tanto sueño(s) de vos.

Fanny G Jaretón

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