Amantes

Luciérnagas que brillan en la oscuridad

colándose por la rendija, del olvido

un hueco que no llena un amor

un ave incomprendida buscando nido.


Besos ocultos en capullos

liberados en la entrega nocturnal

palomas mensajeras en las manos

revoloteando el cuerpo sin cesar.


Insaciable la cita de esta noche

desgranando un mar de pasiones

ansiedades echas realidad…


Llenos de aromas, vida en palabras

llega el alba, un nuevo amanecer,

dos desconocidos, otra vez.

MORUS

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Tu piel me sabe a néctar meloso
del que no puedo despegarme,
saborear tu esencia en aquella tarde
en la que amantes
tornamos al sol.

Desconocidos eternos
conocí tus puntos en detalle aquel día
fuimos lava, camino, convergencia de huidas
volcán sin reservas, lujuria total.

Hoy sin embargo, en una tarde cualquiera
los rostros extraños volvimos a ser.
Sólo el momento unió nuestros cuerpos
luego la marea...
enturbió la vista.


Liliana Varela