viernes, 26 de diciembre de 2008

Una noche






Como un capullo me envolví en tus brazos

desatas mi sed, despiertas mi piel

ternura volcada besos y abrazos

deseando de tus labios la miel



Nuestros cuerpos, entrelazados

tan fuertemente como un cordel

ansias y anhelos desplazados

fuego y resina de oyamel.



Naufragamos en placer infinito

canto nocturno nos acompañaba

golpeaba el amor en cuerpo y alma.



Lluvia de estrellas se reflejaban

miradas profundas se acrisolaban

la vida entera se transformaba

MORUS-Dic 2008

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