
Cuando el frío no quiere apartarse de mis huesos
dibujo en las paredes de mi cuarto tu cintura contorneada
deslizo sin mesura a través de tu cintura un puñado de caricias
y el brillo de tu pelo perfumado
confirma complacido que jamás de mis espacios te has ido
por que fuiste más que un sueño o una ilusión
no solo abandonaste a este hombre que te amaba
también dejaste tu alma entera
acomodada entre las ropas de mi cama
los besos que jamás serán de otros
¡aunque lo quieras!; ellos nunca lo serán
Y rodaran lágrimas contaminadas partiendo tus mejillas
que inundaran tus pechos que esperan aun mis manos
y veras mi rostro cuando el corazón
palpite de recuerdos y anhele nuestro amor
jamás serás de otro
aunque tus razones se revienten en tus dedos
argumentes con orgullo que en tus puertas golpeo un nuevo amor
engañaras a quienes te rodean
pero nunca el corazón confirmara
tanto amor como el que abandonaste en nuestro cuarto
¡Jamás serás de otro!
que logre iluminar tu sonrisa con un beso
y calme como hicieron mis caricias
tu confuso mundo sin razón
porque nunca serás de otro
aunque lo quieras
porque no solo abandonaste a este hombre que te amaba
también dejaste a tu partida
la vida que soñaste construir
teniendo entre tus manos
un amor que solo una vez en la vida se puede compartir.
Luis Alberto Gonzalez Viera
No hay comentarios:
Publicar un comentario