
Paraíso terrenal que nos cautiva,
como fruta prohibida es tu amor.
Serpiente que me incita a pecar,
estallido de locuras por doquier.
Moldeas mi cuerpo con tus manos,
alfarero regodea con su arcilla.
Palmo a palmo lo tallas a medida,
de tu cuerpo apetente de placer.
Me sumerges en tu copa de champagne,
en burbujas me elevo hasta las nubes.
Mis pupilas que asemejan dos estrellas,
bajo una luna cómplice se estremecen.
©SKORPIONA
http://www.skorpiona.com