Si por alguna razón
decides marchar
te esperaré hata el infinito.
Puede que tu posada este lejos,
donde el atardecer se duerme.
El viento encuentra el rincón
de los pensamientos,
y yo, sigo buscando
ese aire que me haga olvidar,
para viajar hasta tu mente
y quedarme.
Reposar en tu morada,
vivir eternamente
en el lugar donde
los sueños yacen,
repirar tus ojos
llenos de otoño,
primavera,
verano,
y dormir al calor de tu cuerpo
para salvar este invierno.
Erika Martínez Rodríguez
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domingo, 13 de diciembre de 2009
Tu mano en mi cara
Cuando tu mano acaricie
a mi cara
suspiraré despacio
¡Lo haré sin miedo!
Entonces me quedaré quieto
En el silencio
con los ojos cerrados
¡Cómo si no existiera el tiempo.!
Después, casi temblando,
guardaré el reflejo de tus pupilas
en mi mirada.
¡Como si fueran alas sobre mi cuerpo!
acaso volaré
en mi deleite
En el tiempo que juntos estemos.
Un tesoro
que la vida regala.
Oscar N. Galante
a mi cara
suspiraré despacio
¡Lo haré sin miedo!
Entonces me quedaré quieto
En el silencio
con los ojos cerrados
¡Cómo si no existiera el tiempo.!
Después, casi temblando,
guardaré el reflejo de tus pupilas
en mi mirada.
¡Como si fueran alas sobre mi cuerpo!
acaso volaré
en mi deleite
En el tiempo que juntos estemos.
Un tesoro
que la vida regala.
Oscar N. Galante
ELLA ES EL AMOR
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Ella es la bendita
La que me duele lejos
La que se hace ausencia
Por ella muero y despierto
Por ella abrazo eternidades
Y amor.
Por ella me adoctrino
nuevamente en el amor.
Su vos es un susurro de Ángeles
Es el blanco
de palomas vírgenes
no sabe arrepentirse
cuando hablamos de amor.
Ella es alma
de cien años,
ella es la canción
que quiero en su oído.
SANTOAMOR
domingo, 6 de diciembre de 2009
LA CITA.
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Mi sentimiento te evoca,
y el arrojo, se alborota,
mis labios desean tu boca,
con deleite y ansía loca.
Resguardarme allí en tu pecho,
como guarida silente,
al compás de tus latidos,
seré tu amor contundente.
Este instante que tu boca,
me alimenta con tus besos,
desnudos y a la deriva,
quiero entregarte, mis versos.
Ven conmigo y en mi sino,
atiza mi fuego interno,
profáname con tus labios,
estremecerme impacible,
Esta ternura que emanas,
si de mi vientre haces nido,
me provoca cobijarte,
vaciar en ti, mis suspiros.
Retorna siempre a mi encuentro,
a nuestra cita, deseada,
bordando con sed y aliento,
fulgor de luz, afanada.
Gloria Eugenia Lemus.
05/12/2009.
y el arrojo, se alborota,
mis labios desean tu boca,
con deleite y ansía loca.
Resguardarme allí en tu pecho,
como guarida silente,
al compás de tus latidos,
seré tu amor contundente.
Este instante que tu boca,
me alimenta con tus besos,
desnudos y a la deriva,
quiero entregarte, mis versos.
Ven conmigo y en mi sino,
atiza mi fuego interno,
profáname con tus labios,
estremecerme impacible,
Esta ternura que emanas,
si de mi vientre haces nido,
me provoca cobijarte,
vaciar en ti, mis suspiros.
Retorna siempre a mi encuentro,
a nuestra cita, deseada,
bordando con sed y aliento,
fulgor de luz, afanada.
Gloria Eugenia Lemus.
05/12/2009.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Cuando
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"Cuando mis manos duelan si trazo
la silueta de tu figura en mi cercanía"
Oscar Néstor Galante
Cuando me duela el alma de tanto recordarte
cuando la noche llegue y no me cubra
cuando el sentido se pierda intentando volver las agujas
de un reloj que ya no existe,
llagas serán las manos repletas de tu ausencia
cuencos vacíos los ojos que enamorados partieron tras de ti.
Y quedaré flameando derrotas de guerras ganadas
enarbolando banderas de ficticios dominios,
ignota estatua carente de abrazos
Venus de Milo semejaré.
Y dolerá el entorno que respire sin ganas
y quemará la hoguera jamás encendida
nada más cercano que el tormento de perderte
el verdugo recuerdo azotando la piel
y esos miembros fantasmas intentando en el aire
bosquejar tu silueta
/enloqueciéndome.
Liliana Varela 2009
la silueta de tu figura en mi cercanía"
Oscar Néstor Galante
Cuando me duela el alma de tanto recordarte
cuando la noche llegue y no me cubra
cuando el sentido se pierda intentando volver las agujas
de un reloj que ya no existe,
llagas serán las manos repletas de tu ausencia
cuencos vacíos los ojos que enamorados partieron tras de ti.
Y quedaré flameando derrotas de guerras ganadas
enarbolando banderas de ficticios dominios,
ignota estatua carente de abrazos
Venus de Milo semejaré.
Y dolerá el entorno que respire sin ganas
y quemará la hoguera jamás encendida
nada más cercano que el tormento de perderte
el verdugo recuerdo azotando la piel
y esos miembros fantasmas intentando en el aire
bosquejar tu silueta
/enloqueciéndome.
Liliana Varela 2009
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